Alberto Antón Cortés. Embajador de España en Kazajstán.
Kazajstán no es sólo uno de los países más pujantes de Asia Central, sino uno de los que presentan mayor proyección económica y política en el ámbito euroasiático. No es de extrañar, pues, que la presencia diplomática española en este país sea una de las más importantes; y al frente de esta representación se encuentra el Embajador Alberto Antón Cortés que, en esta entrevista, nos ofrece una información muy interesante sobre Kazajstán.
Kazajstán, al igual que el resto de Asia Central, sigue siendo un país bastante desconocido en España. ¿Podría darnos una panorámica general sobre el país a modo de introducción?
Efectivamente la región de Asia Central y las cinco Repúblicas que la integran (Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán) son poco conocidas en España y en general en la Unión Europea. Ello se debe, en gran medida, a su alejamiento geográfico y a haber pertenecido durante varias décadas a la extinta Unión Soviética. Muchos españoles suelen confundir los “tanes”, cometiendo con ello un error ya que se trata de países muy diferentes, por su cultura, su tamaño y su desarrollo económico.
Kazajstán, que empezó su andadura como Estado independiente en 1991, tras el hundimiento de la URSS, es la mayor de las citadas repúblicas centroasiáticas: es un gran país, cinco veces más extenso que España y tan grande como la Unión Europea. Es también el más desarrollado de la región, teniendo una RPC en torno a los 8.000 $. Posee grandes reservas de petróleo y de gas natural y es el primer productor del mundo de un mineral tan estratégico como es el uranio. Es un Estado multiétnico, predominando las etnias kazaja (63%) y rusa (24%). El idioma oficial es el kazajo, de la familia de las lenguas túrquicas, mientras que el ruso es la lengua de comunicación del conjunto de la población. Su capital, Astaná, es una ciudad nueva, construida en pocos años en medio de la estepa, que sorprende por su arquitectura vanguardista. La ciudad más populosa es Almaty, la antigua capital y centro económico y financiero del país.
El régimen político de Kazajstán es presidencial, habiendo tenido desde su independencia a Nursultán Nazarbayev como Presidente. La economía del país es muy abierta y bien integrada en el sistema económico mundial. Finalmente Kazajstán comparte frontera con dos grandes potencias mundiales: China y la Federación Rusa, así como con Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán. El pasado año 2010 presidió la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), siendo la primera vez que un país de la antigua URSS presidía dicha organización.
Una de las características que hacen destacar Kazajstán del resto de la región es su abundancia de recursos energéticos, como el petróleo y el gas natural. ¿Qué perspectivas de crecimiento tiene el país en estre sentido? ¿Podría convertirse en un suministrador básico para Europa?
Las reservas probadas de petróleo de Kazajstán alcanzan los 32 500 millones de barriles (el 3,3% del total mundial) con una producción de 1,54 millones de barriles diarios. En lo que al gas natural se refiere, las reservas probadas kazajas llegan a los 3 billones de metros cúbicos (el 1,7% del total mundial), con una producción de cerca de 11 000 millones de metros cúbicos en 2009. Además, se espera que con la entrada en fase de producción del yacimiento de Kashagan se doble entre 2015 y 2020 la producción kazaja de petróleo. El Gobierno, sin embargo, ha apostado por la diversificación de su economía, debiendo citarse al respecto el Plan 2020, cuyos objetivos principales son: a) la planificación del desarrollo económico kazajo, b) la garantía de un desarrollo sostenible unido al desarrollo de infraestructuras y a la diversificación industrial, c) mejora de la educación, d) mejora de los servicios públicos,y e) estabilidad del país.
La Unión Europea es un importante cliente de Kazajstán en lo que a productos energéticos se refiere. En este sentido, ambos firmaron en 2006 un Memorando de Entendimiento sobre cooperación energética y Kazajstán suministra a la UE el 5% del total de sus importaciones de petróleo. En cuanto al gas natural, los yacimientos kazajos están empezando a entrar en fase de producción, por lo que las exportaciones de Kazajstán en este sector son todavía escasas y dirigidas esencialmente hacia Rusia. Gran parte del suministro energético llega a Europa a través de este país, siendo el objetivo de la UE diversificar sus vías de suministro, para lo cual desea potenciar el denominado “corredor sur”.
El citado corredor está compuesto principalmente por el oleoducto Bakú-Tiblisi-Ceyhan, que transporta petróleo desde el Mar Caspio hasta el Mediterráneo, y por el gasoducto Bakú-Tiblisi-Erzurum que lleva gas natural hasta el corazón de Turquía. Para hacer llegar este gas a sus Estados Miembros, la Unión Europea apoya la construcción, siempre en el marco del “corredor sur”, de un gasoducto que conecte Erezurum con Austria, pasando por Bulgaria, Rumania y Hungría, aunque este proyecto todavía no se ha materializado y la utilización de esta vía por el gas proveniente de Turkmenistán y Kazajstán no está todavía plenamente confirmada.
Astaná, la capital, es en cierta manera una ciudad de nuevo diseño, con un crecimiento espectacular y un gran potencial. ¿Cree que la capital kazaja podría convertirse en el gran foco económico e incluso político de toda la región?
Aparte de ser un escaparate de la más moderna arquitectura internacional, con numerosos edificios emblemáticos, como la Pirámide de Norman Foster, el centro comercial “Khan Shatir”, el Palacio de Akorda, o la sala central de conciertos “Kazajstán”, el rápido desarrollo de la nueva capital (Astaná significa capital en lengua kazaja) está actuando como motor de la actividad económica en todo el país. Se han creado muchos puestos de trabajo en el sector de la construcción y son cada vez más las empresas e instituciones que abren oficinas en la ciudad. Se está dotando asimismo rápidamente de una mayor capacidad hotelera, habiendo sorprendido a muchos su capacidad de proporcionar alojamiento a las delegaciones de 65 países que participaron el pasado mes de diciembre en la cumbre de la OSCE.
Las autoridades de Kazjstán, al igual que han apostado por la diversificación económica, también lo han hecho por una activa participación de su país en la política internacional y especialmente por la diplomacia multilateral, ofreciendo Astaná como sede de numerosas reuniones internacionales. En este sentido la capital de Kazajstán podría convertirse en el futuro en una de las principales sedes, en la región eurasiática, de organismos y conferencias internacionales. Por otro lado señalo que se ha presentado la candidatura de Astaná para la Exposición Internacional de 2017, en torno al tema “Energía de futuro, fuentes alternativas de energía”.
Al continuo crecimiento de Kazajstán han contribuido, y lo siguen haciendo, importantes empresas españolas como Repsol o Talgo. Sin embargo hay también un creciente interés del resto de la industria y el comercio españoles en el país. ¿Piensa que esta tendencia se mantendrá a largo plazo?
Las empresas españolas han descubierto Kazajstán más tarde que las empresas de varios países de nuestro entorno. Algunas, como las mencionadas, llevan sin embargo varios años presentes en Kazajstán y están contribuyendo con su tecnología y sus inversiones al desarrollo económico y la diversificación de la economía del país. Sería necesario que los empresarios españoles, particularmente los de sectores tan competitivos en España como son las infraestructuras y las energías renovables, comprendan las grandes oportunidades y perspectivas que ofrece Kazajstán. Yo les animaría a participar en las numerosas ferias y foros económicos que se celebran cada año en Astaná y Almaty. Es importante que nuestros empresarios conozcan de cerca la realidad de esta economía en rápida expansión, que establezcan contactos con la Administración y las empresas locales y den continuidad a esos primeros contactos con visitas ulteriores y a través del establecimiento de oficinas de representación. Esa es la vía para el éxito empresarial en este país. Las empresas españolas que vengan a Kazajstán deberían tener un planteamiento comercial e inversor a medio y largo plazo.

Por otro lado, ¿podría aclarar cuáles son las relaciones de otro tipo (políticas, culturales, etc.) que mantienen España y Kazajstán?
España abrió su Embajada en Kazajstán el año 1999. Desde entonces ha habido un importante intercambio de visitas de alto nivel entre los dos países impulsando unas relaciones bilaterales que podemos calificar de excelentes en lo político y crecientes en lo económico. Existe una amplia red de acuerdos bilaterales, que cubre aspectos tales como el comercio, las inversiones, la educación y la cultura y la cooperación política y diplomática. Desearía sin embargo llamar la atención sobre la firma de un Acuerdo de Asociación Estratégica entre los dos países, el pasado 2 de julio de 2009, el cual ya ha entrado en vigor.
En el plano cultural, existe un Acuerdo de cooperación Cultural, Educativa y Científica, en vigor desde el 21 de septiembre de 1998, y un Programa de Cooperación en los ámbitos de la Educación, Ciencia, Cultura, Juventud y Deportes, firmado el 2 de julio de 2009. Actualmente hay profesores de español, enviados por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), en tres universidades del país. Por otro lado, el Instituto Cervantes, aunque todavía no ha podido abrir un centro en Kazajstán, tiene programas de colaboración para la difusión de la lengua española con instituciones universitarias de Kazajstán.
Debido a la creciente presencia española en el país, el conocimiento mutuo se habrá ido incrementado. En este sentido, ¿cuál cree que es la percepción general que se tiene sobre los españoles en Kazajstán?
Mi impresión es que se tiene una imagen más precisa de España en Kazajstán que a la inversa. La labor de promoción de la imagen de España que realiza la Embajada, a través de su programa de actividades culturales y de los contactos regulares que mantiene con las instituciones universitarias está contribuyendo a ello. A título de ejemplo diré que la sociedad kazaja, que tiene un elevado nivel de cultura musical, está familiarizada con la música clásica española y con otras manifestaciones musicales de nuestro país como es el flamenco. La presencia de empresas españolas en Kazajstán también está contribuyendo al conocimiento de nuestros sectores económicos y nuestra tecnología, así por ejemplo, en Kazajstán se relaciona la alta velocidad en el transporte ferroviario de pasajeros con España, al ser los trenes TALGO los que han reducido en varias horas el viaje entre las dos principales ciudades del país, Astaná y Almaty. Dicho esto hay que señalar que queda un largo camino por recorrer para que el conocimiento de las respectivas sociedades sea satisfactorio.
¿Existe una colonia española en Kazajstán? ¿Realizan actividades en común?
La colonia española en Kazajstán oscila en torno a las ochenta personas, la mayoría de los cuales viven y realizan su actividad en Almaty.
En esta pequeña colonia hay desde empresarios y técnicos de empresas, nacionales y extranjeras, hasta miembros de comunidades religiosas católicas, pilotos de la compañía de aviación Air Astana, profesores de español en las Universidades kazajas y funcionarios de la Embajada.
Aunque no existe un centro o club de españoles, dado lo reducido de la colonia, la Embajada organiza ocasionalmente recepciones para favorecer el encuentro entre los españoles en Kazajstán. La celebración de la Fiesta Nacional es una buena ocasión para juntar a los miembros de la colonia española.
Finalmente, ¿podría decirnos qué aspectos señalaría como los más parecidos y cuáles son los más diferentes entre España y Kazajstán?
Evidentemente son numerosos los aspectos que diferencian a ambos países: el paisaje, el clima, la lengua, la cultura, la historia, etc. Sin embargo, a medida que el ciudadano español se va integrando en la sociedad kazaja va descubriendo los aspectos que nos aproximan así, por ejemplo, los ciudadanos de Kazajstán, al igual que los españoles, son acogedores con el visitante extranjero.
La lengua es un obstáculo inicial para la comunicación entre españoles y kazajos y para los intercambios turísticos o académicos, ya que son pocas las personas en Kazajstán que hablan español o incluso inglés. Hoy hay sin embargo conciencia en estas autoridades de la necesidad de fomentar la enseñanza de otros idiomas, en la medida en que Kazajstán aspira a jugar un papel importante en la esfera internacional.